Escritos a la muerte

La muerte? Demasiado cerca. Soy joven, y me quedan muchos años de vida (si todo va bien) Pero ni teniendo toda una vida de ventaja me parece que eso sea el tiempo suficiente... Sé que la muerte es algo natural, que a todos nos pilla y a todos nos iguala. Sé que hay gente que se enfrenta a ella con coraje y valor, sin dar un paso atrás. Yo no soy así. Yo correría hasta es infinito si con ello pudiera burlarla. Lloraría de miedo ante su presencia. Está presente en todo momento. Hay muchas cosas que no hacemos por miedo a morir. Sé que es necesaria, si no hubiera muerte hace siglos que tendríamos tal superpoblación que no podríamos comer. De hecho no podríamos comer, ya que comer es matar, ya sean plantas o animales. Si no hubiera muerte nada sería posible. Pero si fuera selectiva... Si cumpliendo ciertas características pudiéramos esquivarla, sería el primero en hacerlo. ¿Y si yo tuviese el poder de elegir? Si yo decidiese quien vive o quien muere a mi antojo... Demasiada responsabilidad. Yo viviría. Pero el holocausto quedaría ridículamente pequeño al lado de lo que yo haría. Intentaría conocer a la gente antes de matar. Es evidente que nunca mataría por raza o religión, mataría por empatía y por simpatía. Mataría a tanta gente que luego tendría ganas de suicidarme del asco que me daría. Vosotros viviréis... Creo que es mejor que la muerte sea como es. La temo, pero sé que moriré al igual que todos, que no es arbitrario, que yo no elijo, pero nadie lo hace. Sería egoísta que fuera yo el seleccionador, el dador de muerte. Yo sería la inmortal muerte, cargado con mi fiel guadaña, asestando fríos golpes de dolor a los que yo creyese conveniente. Ellos me odiarían, pensarían en lo mismo que yo. ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Qué será de mi familia? ¿Por qué existes? hasta que finalmente deseasen ellos ser los que asesinasen a la muerte es decir, a mi. No. Sin muerte no puede ser, ella es necesaria y justa. Quizás es alguien que consiguió la inmortalidad que yo deseo, y que la encomendaron ese trabajo. Hizo como yo, mataba selectivamente. En la biblia, al principio, la gente vivía miles de años. Dios es la muerte. Y yo ahora estaba pidiendo ser Dios. No como aquella vez que le reté a un duelo artístico gracias al cual conseguí vivir miles de años, esta vez yo era Él y nadie era capaz de retarme. Algunos dirán que aspiro a mucho. Lo sé. Aspirar a ser Dios sólo por la vida eterna... Que iluso. Que egoísta. No, mejor dejemos las cosas como están, y cuando el frio manto me cubra, que sea tarde, y que sea justo. Ya que yo no me libro, que nadie se libre tampoco. Ya que yo he de marchar, que no quede nadie para recordarme. Si existo sin permiso, es normal que me eliminen sin permiso, pero que nadie sufra por ello. Cuando llegue llegará, y la estaré retando.